
La foto nos suscita, no obstante, otra cuestión: ¿se le pueden poner puertas al campo cuando hablamos de MTB? Lo cierto es que no. Y en esto consiste la grandeza y la miseria de este deporte. Grandeza, porque nos permite llegar con cierta agilidad a enclaves de gran belleza. La miseria: constatamos en ocasiones que hay bikers a los que importa poco el medio ambiente, y el que venga detrás que arree.
Difícilmente se podrá poner puertas al campo MTB y, por ello, queremos hacer desde estas líneas un llamamiento a la responsabilidad y a la ejemplaridad. En algo se deberá notar que, si somos bikers, es porque nos encanta el campo y lo cuidamos como el que más.
¡Contamos contigo!
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