domingo, 29 de abril de 2018

#TodosSomos

101 km Peregrinos 
En MNBC se nos acumula el trabajo. No damos abasto para estar al tanto de todas las pruebas en que participan los miembros de este que es "més que un club". 

Jarra y pedal
En este puente de mayo tenemos, nada más y nada menos, que a Pablo, que ayer se hizo la 101 km Peregrinos, ¡ahí es nada!; a Julio participando en una de las pruebas MTB más duras del planeta: ¡la Titan Desert!; y a Sergio y Fonsi embarcados ellos dos solitos en la primera edición de la que está llamada a ser una de las grandes rutas por etapas del MTB aficionado: la Califato Challenge (Madrid-Córdoba, para más señas).

Por tierras de don Quijote y Sancho
En MNBC lo tenemos claro: #TodosSomos. Sí, aquí nadie "rides alone", y desde la distancia apoyamos y nos sentimos apoyados cuando estamos al límite. Así que en este puente #TodosSomosPablo (bueno, en su caso, ya lo hemos sido); #TodosSomosJulio, y le acompañamos por el desierto marroquí; #TodosSomosSergio y #TodosSomosFonsi, camino de Córdoba y luchando contra las inesperadas inclemencias. Ahí estamos...

¡¡¡Vaaamos, chicooos!!!

Julio embarcando rumbo a Marruecos (creemos que es el tercero por la izquierda)

sábado, 21 de abril de 2018

El mayor triunfo de Alberto Contador

La semana pasada, en su cuenta de Twitter, Alberto Contador revelaba cuál ha sido su mayor triunfo que, paradójicamente, llega después de su retirada. El que así lo califica es un ciclista de leyenda que, entre sus innumerables victorias, cuenta con siete grandes vueltas (reconocidas): dos Tours de Francia (2007 y 2009), dos Giros de Italia (2008 y 2015) y tres Vueltas a España (2008, 2012 y 2014). Ahí lo dejo.

Hoy solo quiero añadir dos cosas: ¡Enhorabuena por Luca, Alberto! ¡Gracias, campeón!


sábado, 14 de abril de 2018

Fe de erratas

Por increíble que pueda parecer, la mayor parte de los innumerables mensajes que llegan a la redacción de MNBC son de seguidoras y amigas. En la última semana hemos recibido una en la que, en términos muy correctos (todo hay que decirlo), se nos instaba a rectificar el contenido de una de nuestras entradas; en concreto, la publicada el pasado 18 de febrero, titulada "Nueva adquisición".

Como recordarán nuestros lectores, en esa entrada dábamos cuenta de la nueva e impresionante pintura mural que puede admirarse en el túnel que atraviesa la M-40 por debajo, por el que pasamos con mucha frecuencia en nuestras bicicletas camino del Monte de El Pardo. Transcribo a continuación una parte del mensaje de nuestra seguidora (y, queremos pensar, amiga), quien ha preferido permanecer en el anonimato, aunque nos ha autorizado la publicación de las siguientes líneas:
  • Desde que aquel memorable viernes, 23 de diciembre de 2011, MNBC publicara su primera entrada, no me he perdido ni una. Y puedo decir que la vida de MNBC ha sido, un poquito, parte de mi vida: he pasado frío con vosotros en la Fuenfría, he sentido la emoción de las carreras en las que habéis participado, he vibrado con vuestra campaña de Bicis para Tetuán (compré media docena de camisetas que todavía están por casa), he cruzado el Estrecho de Gibraltar con vosotros y me he enternecido con los niños de Tetuán... En fin, que los de MNBC sois como de la familia. El motivo de mi correo, no obstante, es daros un pequeño tirón de orejas, por lo que decís en la entrada "Nueva adquisición". Estoy convencida de que el fallo es involuntario y que el problema radica en que cuando sacasteis la foto del mural, la pintura no estaba concluida y, por tanto, no os disteis cuenta de que, en la parte de abajo, a la izquierda, hay esbozada una bicicleta, que ahora, cuando el mural se ha acabado, puede verse perfectamente, como podéis ver en la foto que os adjunto. Así pues, lo que decís de que (cito literalmente) "es bastante evidente que la pintura representa a un niño absolutamente desolado porque los Reyes Magos no le han traído una bicicleta" no es así. Yo más bien pienso que es bastante evidente que la pintura representa a un niño cuyo padre no dedica suficiente tiempo a jugar con él porque dedica demasiado tiempo a montar en bici, e intenta suplir esa falta de la insustituible presencia de un padre con una montaña de juguetes, bicicletita incluida. Os agradeceré la publicación de este correo (y la foto adjunta), sin revelar mi identidad. 
¿Qué decir? La foto que nos adjunta nuestra seguidora (y, queremos pensar, amiga) es incontestable. Efectivamente, la bicicleta está clara, con lo que nuestra inicial interpretación se cae por su propio peso, y la de nuestra seguidora (¿amiga?) tiene muchos visos de verosimilitud.

En nuestra defensa diré que en la página principal de este blog puede leerse que "compartimos la afición al mountain bike y la necesidad de hacer compatible la práctica de este deporte con nuestras obligaciones familiares" (el subrayado es mío). Pues eso. Así que si alguno de nuestros bikers se da por aludido con la indirecta de nuestra amiga...,

¡Que se aplique el cuento!


domingo, 1 de abril de 2018

¡Vergonzoso!

Muchos bikers de la Comunidad de Madrid consideramos que los Montes de El Pardo constituyen uno de los entornos más privilegiados para la práctica del MTB de que disponemos en las proximidades de la ciudad de Madrid. De los que están a tiro de metro, el más privilegiado, sin duda. En este blog, hemos dicho de una u otra forma, y con relativa frecuencia, que los bikers (al menos, la mayoría: descerebrados los hay en todo colectivo) nos distinguimos por nuestro amor a la naturaleza (¡nos fascina!) y el consiguiente respeto por la misma. Por eso nos irrita especialmente que este respeto no se dé, como desgraciadamente es el caso con demasiada frecuencia.

Para acceder a los Montes de El Pardo desde el barrio de Montecarmelo o de Arroyo del Fresno, es necesario atravesar unas extensas campas que en otro tiempo (eso me cuentan amigos que lo conocieron en su infancia) fueron un vergel cultivado por vecinos de Fuencarral. De hecho, abundan almendros, higueras y vides abandonadas. Lo que lamentablemente abundan también hoy en día en esas campas son escombreras y vertederos ilegales, que han proliferado gracias a aquellos a los que la naturaleza les importa un carajo y no ven la necesidad de depositar su porquería en vertederos legales y puntos limpios, que para eso están.

Hoy quiero llamar la atención sobre esa moderna forma de vertedero que acaban siendo los botellones que organizan nuestros jóvenes. Parece ser que, si la hacen en el campo, en un lugar al que se puede acceder en coche, pero en el que no van a tener a la policía municipal encima, todo vale. Y también vale dejar el lugar convertido en una auténtica escombrera. Al vídeo me remito.

El lugar donde desde hace tiempo se viene organizando el botellón al que quiero referirme aquí está, para más señas, junto al camino Valdecervero, en un punto a mitad de camino entre el cementerio de Fuencarral y los Montes de El Pardo (véase mapa abajo). Se trata de un lugar por el que pasamos numerosos bikers, runners y paseantes. Y el espectáculo es, sencillamente, bochornoso. Al vídeo vuelvo a remitirme, aunque el vídeo solo se centra en una pequeña parte del estercolero.

Desde este foro quiero hacer dos llamadas de atención. Una, a las autoridades competentes: quizás sería mejor empezar por controlar los desmanes que se dan, como quien dice, al lado de casa, y no estar tan preocupados por poner puertas al campo (de eso ya hablamos en su día). La otra, a los jóvenes responsables de esta vergüenza: les animo a organizar una jornada de recogida y reciclado de vidrio, por aquello de que la solidaridad y el voluntariado bien entendidos empiezan por limpiar la mierda que uno va dejando por ahí tirada. Y si lo hacen, les dedicaré una entrada...

¡Rectificar es de sabios!