domingo, 20 de febrero de 2022

Cuando no se puede

Ante el sinnúmero de mensajes de extrañeza que llegan a la cuenta de correo de MNBC, el que suscribe ha decidido romper su mutismo. Muchos nos preguntan por qué este blog, otrora activo donde los haya, se ha sumido en una lánguida cadencia, hasta estar a punto de cumplir dos meses sin una nueva entrada. La última fue el anuncio de la San Silvestre Walker, en la que una discreta representación de cinco walkers despedimos el año bastones en mano y presenciamos la última puesta de sol por las pistas que hay detrás de la M-40. ¡Ahí es nada!

El que suscribe no acostumbra a utilizar este foro para hablar de cuestiones personales. Este es un blog de bikers para bikers, de walkers para walkers..., en definitiva, del pueblo para el pueblo. Este blog no es un consultorio de la señorita Pepis para resolver los problemas de nadie. Para eso ya hay profesionales que lo hacen muy bien. Dicho lo cual, he de confesar que una inopinada lesión me mantiene apartado de la bici desde hace más de siete meses. Y claro, cuando no se puede montar, no es lo mismo. 

El nacimiento de la Sección Marcha Nórdica fue un hacer de la necesidad virtud y un aplicarme a un deporte que tiene muchos puntos en común con la bicicleta de montaña: aire libre, naturaleza, ejercicio en compañía..., y una actividad que mi lesión no me impide practicar. Lo cierto es que la nueva sección no cuenta todavía con tantos incondicionales entusiastas como la de MTB; pero todo se andará, valga la redundancia.

Estos meses de inactividad biker, me han vuelto a traer a la mente los mismos pensamientos a los que dimos vueltas en su día, con motivo de las limitaciones impuestas por la pandemia: "Lo que damos por hecho" y "Lo que damos por hecho (II)". Y es que, cuando no se puede, no se puede; y entonces empieza uno a valorar en su justa medida la gran gozada que han sido los diez años y miles de kilómetros compartidos de MNBC

Si Dios quiere, más pronto que tarde volveré a poder montar en bicicleta y a compartir rutas con mis buenos amigos de MNBC. Pero es verdad (¡es ley de vida!) que algún día tendrá que ser la eléctrica y que llegará el tiempo en que ni la eléctrica. Y entonces solo me quedará decir: "gracias, gracias, gracias...". 

¡Y que me quiten lo bailao!