¡Ya en tu quiosco!

 El BIKE de mayo ya está en los quioscos, y hay mucho MNBC. Aparte de nuestra anunciada ruta, que ha quedado espectacular, vuelve a salir Eusebio, esta vez probando una Cannyon. Como se puede ver abajo, el artículo lo han titulado "¡Puedes ir en metro!", en la línea de nuestro objetivo de presentar un recorrido en plena naturaleza al que se puede acceder en transporte público.

 

Son 148 páginas de puro MTB con artículos de enorme interés. Lectura ideal para el puente que comienza.

 

¡Buen puente a todos!

¡Reserva ya tu ejemplar!

En su número de mayo, BIKE (la revista especializada en MTB de mayor tirada de nuestro país) publicará en papel, con más texto y más fotografías, la ruta de MNBC por el Monte de El Pardo que ya publicó en internet. Se trata de una divertida ruta circular que empieza y acaba en la estación de metro de Montecarmelo, y que es, por tanto, fácilmente accesible en transporte público.

A la ruta que se publicó en internet se han añadido algunas de las magníficas fotos que nos sacó Gonzalo Manera, fotógrafo de BIKE. Desde estas líneas, MNBC quiere agradecerle su gran profesionalidad, su paciencia y el buen rollo que generó entre todo el grupo de bikers que estuvimos en la sesión fotográfica. Y dentro del capítulo de agradecimientos, no puede faltar nuestro agradecimiento a Miguel Lorenzo, jefe del Área de Internet de BIKE, principal responsable de que esta ruta de MNBC haya acabado tanto en la web como en la publicación en papel de BIKE.

La revista estará en la calle la semana que viene. Dada la enorme expectación que este acontecimiento ha creado, se recomienda a los seguidores y amigos de MNBC que reserven ya un ejemplar en su quiosco habitual, si no quieren quedarse sin él. El que avisa no es traidor, es avisador.

¡Yo ya he reservado el mío!

Behind the musgo

Entre el sinnúmero de maravillosas virtualidades que tiene el MTB, está el hecho de que, con mucha frecuencia, se puede convertir en una metáfora de la vida misma. A este tema ya aludimos en su momento, cuando hablamos del MTB como una filosofía de vida, y mi propósito hoy no es entrar en profundas disquisiciones. 

Solo quiero constatar un hecho: la personalidad de cada uno tiene un correlato biker que se pone de manifiesto en la preparación y desarrollo de los planes de MTB. Y es que en esto de la bici, como en la vida, hay bikers audaces y bikers prudentes, bikers que no se lo piensan dos veces y bikers que se lo piensan y repiensan..., y no toman una decisión hasta ver, en la medida en que esto es posible (que no siempre es muy posible), cómo vendrán dadas. Esta última actitud -ante la vida y ante la bici- es la que el inconmensurable José Mota definió como mantenerse "behind the musgo", expresión feliz que ya forma parte de nuestro acervo lingüístico y cultural.

Hay que decir que, paradójicamente, donde los bikers se retratan más y donde su personalidad queda más de manifiesto no es sobre la bicicleta: es en los grupos de WhatsApp. Ya sé que se trata de un fenómeno reciente y que todavía se ha profundizado poco en el estudio de esos foros, pero no me cabe duda de que el análisis de las conversaciones que se vierten en esa aplicación aportan más datos para la investigación sociológica que cualquier encuesta. Y las intervenciones de los distintos bikers del grupo, durante la preparación de una salida, son de lo más reveladoras.

El biker "behind the musgo" se caracteriza por asistir como convidado de piedra y no decir ni Pamplona hasta que ya está todo cerrado, o casi. Así, el biker "behind the musgo" necesita saber quién va, quién no va, la distancia... En función de eso, sabrá si será capaz de hacer un papel digno o si va a recibir una cura de humildad y tendrá que ir echando el bofe, mientras todos le esperan tan ricamente en los cruces. En grupos como MNBC, esto no debería importarle a nadie, porque nuestro lema es "No man left behind" y, como ya dijimos en su día, no somos máquinas. Pero bueno, es la condición humana y, en especial, la masculina; y el biker "behind the musgo" nunca se moja hasta el último momento.

Alguno podrá decir que es que él es de natural callado, que prefiere no precipitarse y que, en modo alguno, debe nadie pensar que está "behind the musgo". 

Pero, ¿y si sí? ;-)

El vídeo más esperado de la temporada

La expectación que ha creado la última entrada de nuestro blog no tiene precedentes. Durante la pasada semana, el escaso personal de nuestra redacción se las ha visto y deseado para contestar todos los mensajes en los que se nos preguntaba cuándo íbamos a publicar el vídeo de Sergio... ¡Muchas gracias, Sergio! ¡De aquí a Hollywood!

Lo cierto es que problemas técnicos nos han impedido ponerlo antes a disposición de nuestros bikers y amigos, pero ya está. Y sobran las palabras: arrellánate en tu asiento, querido seguidor de MNBC, y disfruta de diez minutos de puro MTB, de pura insensatez, de puro MNBC. 

Insensateces MNBC

El calendario de mesa que tengo en la mesa (valga la redundancia) desde la que escribo estas líneas tiene en su mes de abril una de esas frases (atribuida en este caso a Einstein) que se utilizan para tazas, posters, alfombrillas de ratón y todo tipo de merchandising kitsch: "Y como no sabía que era imposible..., lo hizo". El caso es que la frase me viene al pelo para referirme a la aventura que cuatro aguerridos bikers de MNBC protagonizamos ayer.

No sabíamos que era imposible ir hasta Cercedilla pasando por La Barranca, subiendo hasta el mirador de Las Canchas, siguiendo por la ruta de La Tubería (desde donde casi podíamos tocar el risco de Emburriaderos, la Bola del Mundo y la Maliciosa) hasta llegar a Valdepastores (en ese punto habíamos superado con nuestras bicicletas un desnivel de más de mil metros, ¡ahí es nada!), bajar al puerto de Navacerrada y, de ahí, bajar hasta Cercedilla... No sabíamos que era imposible, por eso lo hicimos. 

Hay que decir que cuando llevábamos tres cuartos de hora arrastrando nuestras bicicletas por la zona "no ciclable" ("camino de cabras", en román paladino) de la ruta de La Tubería, hubo un momento de profunda crisis en el que uno de los miembros de la expedición empezó a decir algo así como: "Esto es una insensatez, yo me doy la vuelta y bajo por carretera a Cercedilla, a quién se le ocurre meterse por este monte con las bicis, esto es una insensatez, insensatez, insensatez...". No había forma de convencerle de que por muy insensatez que aquello hubiera sido, más insensatez era dar la vuelta cuando estábamos empezando a ver la luz al final del túnel (metafóricamente hablando, se entiende: no hay túneles en la ruta de La Tubería). Providencialmente, en ese momento llegó una pareja de octogenarios (bueno, de los setenta palos no bajaban, seguro) que venía en sentido contrario y que nos hizo sentirnos bastante menos legionarios de lo que nos estábamos creyendo. Nos dijeron que nos quedaba muy poco y que, si ellos podían... ¡Pues eso!

No llegó la sangre al río y, un cuarto de hora después (tras atravesar un nevero, todo hay que decirlo), llegamos a Valdepastores, desde donde pudimos ver el puerto de Navacerrada a nuestros pies y la ruta ciclable que nos conduciría hasta él.

Después, ya se sabe: cervezas, una buena tortilla de patata y muchas risas. Porque al final, la historia de MNBC ha sido la historia de nuestras insensateces: hitos que han marcado nuestra trayectoria y que recordamos entre risas y cierto asombro por lo conseguido... Como cuando llegamos a Segovia, bajando de la Fuenfría con metro y medio de nieve. Pero esa es otra historia de la que ya hablé en su día.

Nuestro camera-biker, Sergio, está preparando un vídeo en el que se resumirá la insensatez de ayer. Si las tomas que hizo han salido bien, será fácil entender que, por disfrutar de un espectáculo tan impresionante, merece la pena la insensatez. 

Próximamente, en sus pantallas ;-)

Ayer, en el mirador de Las Canchas