To gravel!

Hace poco más de un año el que suscribe se planteaba en este blog la pregunta que se han planteado muchos bikers: To gravel, or not to gravel... Después vino lo que todos sabemos y las preguntas fueron otras. Recientemente, y después de darle muchas vueltas al tema, he respondido a la cuestión: To gravel!

En unas semanas, he descubierto que el gravel es una modalidad muy divertida, que te permite unos ritmos mucho más alegres y que en Madrid hay pistas de puro gravel para aburrir. Además, con un poco de cuidado, la bicicleta de gravel se puede llevar por muchos de los senderos que habitualmente asociamos a la bicicleta de montaña. Es verdad que las características de la bici no te permiten bajadas tan rápidas, ni terrenos excesivamente trialeros, pero uno se va haciendo mayor y se va haciendo más prudente..., así que tampoco me importa demasiado.

La verdad es que me ha dado fuerte. Lo reconozco. Estoy feliz con mi gravel. Y con la mala leche que caracteriza a las grupetas biker, alguno, en vez de Gabriel, me ha empezado a llamar Gráviel.

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