domingo, 7 de enero de 2018

Año nuevo, espíritu nuevo

Primera salida MNBC de 2018 (2 de enero)
Aunque pasar una hoja de calendario no cambia nada, sí es verdad que el final de un año y el comienzo de otro invita a la reflexión. Y bien sea porque el que suscribe se va haciendo mayor, bien sea porque un par de acontecimientos me han invitado a ello, o porque, como a los Celtas Cortos en su 20 de abril del 90, "me entró la melancolía y te tenía que hablar" (o escribir, a los efectos), el caso es que en esta primera entrada del año me he puesto un tanto filosófico.


El primer acontecimiento de 2017 que me ha dejado bastante "tocado" es la marcha al cielo de Andrés, el amigo que me introdujo en este apasionante mundo del MTB hace más de un cuarto de siglo, con el que compartí muchos cientos de kilómetros de bici y con el que hice un inolvidable Camino de Santiago en 1993. Disfrutón donde los hubiera, de Andrés aprendí, entre otras muchas cosas, a sacarle el jugo a cada momento de la vida y a agradecer cada instante de felicidad, cada paisaje, cada momento de amistad compartida... Siento que, desde la dimensión en la que se encuentra ahora, me lo está susurrando y me recuerda que la vida en la tierra no es más que el aperitivo.
VII San Silvestre Biker MNBC sobre fondo de skyline madrileño neblinoso

El segundo acontecimiento fue la VII San Silvestre Biker MNBC, en la que participamos once niños y seis adultos. Repito, no sé si fue que ya me estoy haciendo mayor o que me entró la melancolía o que Andrés me lo susurró, pero lo cierto es que me enterneció la capacidad de asombro de los niños, que con un recorrido poco emocionante, con unas bicis de medio pelo y con bastante frío, disfrutaron como enanos -valga la redundancia- y empezaron a preguntar para cuándo la siguiente.

Esos niños nos han dado una buena lección, y nos están enseñando que el suyo es el verdadero modo de vivir la vida con intensidad, que debemos reírnos de nosotros mismos y mirar todo con ojos y espíritu nuevo.

Acabo con un poema de Miguel de Unamuno que ha circulado por WhatsApp en estos días y que sintetiza magistralmente lo que intento decir:

Agranda la puerta, Padre,
porque no puedo pasar;
la hiciste para los niños,
yo he crecido a mi pesar.
Si no me agrandas la puerta,
achícame, por piedad;
vuélveme a la edad bendita
en que vivir es soñar.

Participantes en la VII San Silvestre Biker MNBC

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