Al que suscribe, las dos épocas que más le gustan para montar en bicicleta son el otoño y la primavera. En el otoño todavía no han llegado los rigores del invierno y, aunque el agua puede ser algunos días un inconveniente objetivo, los numerosos días de sol que el otoño nos depara no tienen precio. Hay pocas cosas comparables a pedalear por un bosque en otoño y dejarse embriagar por los olores y los colores de una naturaleza que parece sacada del cuadro de un pintor. Y para muestra, un botón: navegando por la red, he encontrado una ruta con unas fotos espectaculares, en una página de Iberobike Magazin que os animo a visitar:
Algo así queremos que sea la próxima salida larga de MNBC.
¡Pedalea el otoño!
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