domingo, 1 de abril de 2018

¡Vergonzoso!

Muchos bikers de la Comunidad de Madrid consideramos que los Montes de El Pardo constituyen uno de los entornos más privilegiados para la práctica del MTB de que disponemos en las proximidades de la ciudad de Madrid. De los que están a tiro de metro, el más privilegiado, sin duda. En este blog, hemos dicho de una u otra forma, y con relativa frecuencia, que los bikers (al menos, la mayoría: descerebrados los hay en todo colectivo) nos distinguimos por nuestro amor a la naturaleza (¡nos fascina!) y el consiguiente respeto por la misma. Por eso nos irrita especialmente que este respeto no se dé, como desgraciadamente es el caso con demasiada frecuencia.

Para acceder a los Montes de El Pardo desde el barrio de Montecarmelo o de Arroyo del Fresno, es necesario atravesar unas extensas campas que en otro tiempo (eso me cuentan amigos que lo conocieron en su infancia) fueron un vergel cultivado por vecinos de Fuencarral. De hecho, abundan almendros, higueras y vides abandonadas. Lo que lamentablemente abundan también hoy en día en esas campas son escombreras y vertederos ilegales, que han proliferado gracias a aquellos a los que la naturaleza les importa un carajo y no ven la necesidad de depositar su porquería en vertederos legales y puntos limpios, que para eso están.

Hoy quiero llamar la atención sobre esa moderna forma de vertedero que acaban siendo los botellones que organizan nuestros jóvenes. Parece ser que, si la hacen en el campo, en un lugar al que se puede acceder en coche, pero en el que no van a tener a la policía municipal encima, todo vale. Y también vale dejar el lugar convertido en una auténtica escombrera. Al vídeo me remito.

El lugar donde desde hace tiempo se viene organizando el botellón al que quiero referirme aquí está, para más señas, junto al camino Valdecervero, en un punto a mitad de camino entre el cementerio de Fuencarral y los Montes de El Pardo (véase mapa abajo). Se trata de un lugar por el que pasamos numerosos bikers, runners y paseantes. Y el espectáculo es, sencillamente, bochornoso. Al vídeo vuelvo a remitirme, aunque el vídeo solo se centra en una pequeña parte del estercolero.

Desde este foro quiero hacer dos llamadas de atención. Una, a las autoridades competentes: quizás sería mejor empezar por controlar los desmanes que se dan, como quien dice, al lado de casa, y no estar tan preocupados por poner puertas al campo (de eso ya hablamos en su día). La otra, a los jóvenes responsables de esta vergüenza: les animo a organizar una jornada de recogida y reciclado de vidrio, por aquello de que la solidaridad y el voluntariado bien entendidos empiezan por limpiar la mierda que uno va dejando por ahí tirada. Y si lo hacen, les dedicaré una entrada...

¡Rectificar es de sabios!





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