Es difícil poner por escrito el cúmulo de sensaciones biker que la salida homenaje a Gladihéctor nos deja en la memoria y en el cuerpo. Contra todo pronóstico meteorológico, el tiempo no pudo ser mejor, e incluso el viento hizo acto de presencia durante buena parte del recorrido para contribuir a que los sesenta kilómetros de ruta equivalieran a una jornada de entrenamiento de más de ochenta: ¡más por el mismo precio!, ¿qué más le puede pedir a la vida un biker?
No queda sino dejar que sean las imágenes las que hablen con más elocuencia que mil palabras, las que nos hagan revivir una jornada memorable a los que tuvimos el enorme privilegio de ser sus protagonistas, y las que pongan los dientes largos a los que prefirieron vender su primogenitura biker por un ratito más en la cama... ¡No sabéis lo que os habéis perdido!
Magnífica salida, estupendo día, y chulo reportaje. Gracias a los mas fuertes del grupo por facilitarnos tanto las cosas a los mas flojos. Es todo un placer.
ResponderEliminarDisfrutamos como niños! ...qué mas se puede pedir!!!
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