Con más frecuencia de la que nos gustaría, algunos de nuestros bikers practican la política del behind the musgo. Quienes no tengan claro en qué consiste este peculiar modo de formar parte de un grupo de bikers, pueden leer la entrada que al respecto publicamos en su día, donde se describe con cierto detalle esta peculiar patología. Podemos decir, no obstante, que, básicamente, un behindthemusguer (léase bijaindemusguer) es uno de esos bikers que, cuando se queda el día anterior, no se moja en el grupo de WhatsApp, no vaya a ser que se acueste tarde, haga frío o le cueste demasiado levantarse de la cama.
Para el verdadero biker, la bici siempre es lo primero (bueno, dentro de un orden, se entiende). Y si solo ha podido dormir cinco horas, mala suerte, pero no falta a su cita. Para el behindthemusguer, sin embargo, la salida en bici tiene demasiadas premisas, siendo las más determinantes la hora de irse a la piltra el día anterior y la temperatura que marca el termómetro cuando suena el despertador.
En MNBC, a los behindthemusguers los tenemos enfilados. Pero es que el behind the musgo es como una mala hierba que, si no se arranca al principio, puede acabar dando al traste con el más esforzado de los bikers. El proceso es claro: se empieza siendo un behindthemusguer, cuando llega el invierno uno se convierte en oso biker, ciberbiker cuando llega el buen tiempo..., y acaba vendiendo la bici. Después, las únicas veces que madruga uno el domingo es para coger sitio en el Chupi Lerendi. ¡Un desastre!
Así pues, en MNBC seguiremos combatiendo a los behindthemusguers. ¡Le pese a quien le pese!
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